La decisión de conservar la fachada permite integrar el edificio dentro del casco antiguo, manteniendo la imagen de la calle y a la vez, conferirle singularidad y carácter. El edificio se compone de 2 cuerpos, el principal de 5 plantas reculado de la fachada original, con una fachada ligera y transparente contrastante con la de piedra y estuco existente y permitiendo conciliar el nuevo edificio a las alturas y aperturas de la fachada antigua, actuando esta como la piel exterior de protección solar y disipación térmica de una fachada ventilada. La fachadas interiores son vidriadas con delgas verticales de vidrio traslucido por protección y difusión de la radiación solar. La cubierta se curva para conseguir un espacio bajo-cubierta de calidad A la parte posterior hay el cuerpo bajo, separado por un patio del principal para iluminar y ventilar las plantas inferiores. El programa se organiza de manera similar en todas las plantas. A partir de un cuerpo de armarios longitudinal se diferencia el espacio de trabajo del núcleo de comunicación y servicios.
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