El edificio se organiza a partir de dos recorridos diferenciados: el de servicios última el muro opaco de fachada, y el de uso público de acceso a las salas de velatorio y la capilla, situado a la fachada interior abierta hacia el bosque. La capilla admite una flexibilidad de uso tanto como espacio íntimo cerrado, con la luz del patio interior, como completamente abierto al exterior. El color aporta el punto de vitalidad que equilibra las emociones del luto.
Primer Premio Trienal de Arquitectura del Maresme 2001-2003